Fue fundada el 14 de abril de 1850, y es así como nace la primera agrupación popular y democrática que hubo en Chile, y que contaba ya con 200 socios en septiembre de ese año.
Esta organización que planteaba propuestas sumamente progresistas y con un sentido de clase. No es casualidad que entre sus fundadores se encontraran un sombrerero, dos sastres y un zapatero, junto con destacados hombres de la época, tales como: Eusebio Lillo, Benjamín Vicuña Mackena, José Miguel Carrera y Fontecilla, José Victorino Lastarrias.
Bilbao redacta el juramento de esta renovadora institución: “¿Reconocéis la soberanía del pueblo como base de toda política?, ¿Reconocéis el amor y la fraternidad como vida moral?”.
Esta sociedad tenía por objetivo principal la formación de una escuela de educación y propaganda para el proletariado político y social.
Su opción por los poseídos se habían manifestado claramente en el primer número del periódico “El Amigo del Pueblo”, redactado por Eusebio Lillo, donde se podía leer: “que el pueblo se rehabilite de veinte años de atraso y tinieblas”. La plataforma de lucha de la sociedad consideraba la creación de escuelas gratuitas, bancos obreros, montes de piedad y baños públicos.
Dicha organización fue considerada abiertamente subversiva, algunos de sus miembros fueron a parar la cárcel y otros al destierro.
Pero, tiempos después de su fundación, los elementos pipiolos que se fueron afiliando desplazaron paulatinamente de la dirección que en algún momento había planteado la Sociedad de Arcos y Bilbao, y se va convirtiendo progresivamente en una organización dedicada, en forma exclusiva, a combatir la candidatura presidencial Manuel Montt.
El 6 de noviembre de 1850, la Sociedad de la Igualdad de San Felipe se apodera de esa ciudad y establece una junta provisional rebelde, la que, sin saber qué hacer, se entrega al gobierno. Este aprovecha la ocasión para decretar Estado de Sitio.
El 7 de noviembre, el gobierno disuelve la Sociedad Igualitaria y la mayoría de sus miembros son apresados. Arcos, José Victorino Lastarrias, Federico Errázuriz y José Antonio Alemparte son desterrados al Perú.
Bilbao consigue ocultarse y reaparecer tomando parte, el 20 de abril de 1851, en el golpe militar que intentó el coronel Pedro Urriola Balbontín, quien había sido en 1816, uno de los guerrilleros que combatieron junto a Manuel Rodríguez. El levantamiento es sofocado, resultando muerto Urriola. Bilbao logra escapar, y en Valparaíso se embarca hacia Perú.
En Perú participa en las luchas políticas. Toma parte en el movimiento a favor de la emancipación de esclavos, fundando para ello una sociedad de jóvenes. En 1853 es detenidos por sus actividades políticas y relegado a Guayaquil (actual Ecuador). Vuelve a Perú después de 6 meses y toma parte activa en el levantamiento del Mariscal Manuel Castillo contra el presidente Echeñique.
En 1852 redacta un escrito de carácter místico “La vida de Santa Rosa de Lima”, “El Gobierno de la Libertad” y otros en los que ataca a la Iglesia Católica.
Lo llevan nuevamente a la cárcel, de la que sale bajo la promesa de abandonar Perú, partiendo el 26 de mayo de 1855 rumbo a Francia.
lunes, 10 de agosto de 2009
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